Hasta ahora mirábamos el horizonte desde nuestro lugar estático, admirando amaneceres y atardeceres, disfrutando pasivamente la magia de la vida de cada día.
Ahora tenemos la oportunidad de trascender esa postura, proyectarnos hacia el espacio exterior y concientizarnos que somos parte del universo. Las herramientas están a nuestro alcance, sólo necesitamos mirar hacia dentro, avivar la llama que está muy débil, que al iluminar nos permitirá verlas para utilizarlas con todo nuestro potencial.
Fuimos creados a imagen y semejanza, formados por polvo de estrellas.
MG_
Pirámides. (1986)-
MG